EL OBJETIVO DE ESTE BLOG ES "LLAMAR LA ATENCIÓN" SOBRE LA EXISTENCIA DEL TDAH EN
ADOLESCENTES Y ADULTOS





El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual con bases neurobiológicas y un fuerte componente genético.




Se trata de un trastorno neurológico del comportamiento caracterizado por distracción moderada a severa, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.



El Déficit de Atención con Hiperactividad está relacionado con una falta de balance en la producción cerebral de dos neurotransmisores: Dopamina y Noradrenalina.



El TDAH como entidad clínica se encuentra recogido en la Clasificación internacional de enfermedades, décima revisión (CIE-10), la cual representa un marco etiológico.

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sábado, julio 24, 2010

EXPERIENCIA DE MADRE CON EL "TDAH", APRENDIZAJES Y DESAPRENDIZAJES


Liliana Castro Morato es psicóloga,
egresada de la Universidad del Norte, en Colombia
y reside en la ciudad de Floridablanca.
En este blog ha sido publicado su aporte:

“TDAH – ERRORES DIAGNÓSTICOS”

el miércoles 7 de julio de 2010 (click aquí para ver)

y mucho le agradezco este nuevo documento

que en este momento queda a la pública consideración.

Prof. Miguel Ángel Ricci
Moderador

Advertencia del moderador:

Los nombres se han cambiado para preservar la privacidad de las personas protagonistas de este relato íntimo de una madre colombiana, estructurado y redactado en primera persona por la profesional, lo que le aporta una significativa calidez.

‹‹ Han pasado cuatro años de haber conocido "en carne propia” el diagnóstico de TDAH.
Siempre quise encontrar una respuesta al por qué de las conductas disruptivas de mi hijo, aunque dentro de mi ser sabía que los procesos vinculativos y emocionales no habían sido los mejores desde su concepción, eludía inconscientemente mis responsabilidades frente a algunas de sus conductas. Luego de aprendizajes y desaprendizajes que siguen fluyendo en mí puedo cavilar al respecto en retro y prospectiva así:

El hecho de ver el TDAH como un trastorno de origen neurofisiológico y/o genético era un alivio tanto para mí como mi esposo. Eso querría decir que no lo estábamos haciendo tan mal y que podíamos liberarnos de la responsabilidad de la "infelicidad" de mi pequeño Daniel que en el 2006 cumplía 6 años y pasaba con el ceño fruncido, se comportaba desafiante, lloraba y se mostraba poco tolerante ante cualquier negativa o frustración. La evaluación realizada mediante los cuestionarios tradicionales a padres, madres y docentes evidenciaban su desatención e impulsividad.

No tuve ni he tenido a la fecha (2010) la oportunidad de realizar exámenes de tipo neurofisiológico y mucho menos genéticos, que corroboren la presencia de tal trastorno cuya etiología dicen es orgánica. Y como lo que interesaba era que él mejorará, acepté de buena manera el diagnostico y me dispuse a realizar todo lo que el médico especialista decía que había que hacer con él, administrarle a él y monitorearle a él.

Dos años y medio de terapias ocupacional, de lenguaje, psicopedagogía, tenis, ajedrez, natación y todo lo que a bien nos dijeran para nuestro hijo, que tenía más agenda que un médico lo hacíamos; y como padres agotados de tanto trajín, pero todo por Daniel.

Sin hablar de los costos económicos, se disminuía el tiempo de pareja, el disfrute con nuestra hija que ya había nacido. Daniel era el centro de mi devoción, mi preocupación; mi esposo acompañaba y apoyaba cualquier actividad en beneficio de él, pues era en beneficio de todos. La consigna inconsciente era "Si Daniel mejora, todo a su alrededor mejorará".

Darle una pastilla dentro de ese proceso sería entonces luego de 3 años de extenuante intervención en la que el propio niño dijo ¡Basta! la opción y alternativa más fácil y viable para que sus conductas de desatención e impulsividad desaparecieran.

Podría entonces verlo contento disfrutar de una piñata sin ser el centro de atención, iría al colegio y no me pondrían tantas quejas por su impulso y agresividad, visitaría a amigos y familiares logrando un ameno compartir, etc. Pero no, la cosa no fue tan fácil.

Uno, la pastilla mágica se brindaba para "su efecto" sólo durante la jornada escolar. Así que mamá y papá tendrían que seguir apelando a su amor y tolerancia para aceptar, manejar los comportamientos del niño en las tardes, fines de semana y vacaciones ; cosa que a la fecha (2009) con dos hijos más de 5 y 1 año, por lo menos a mi me tenía con los pelos de punta.

Dos, a pesar de haberla administrado, el pequeño Daniel seguía con conductas que interferían con el buen aprovechamiento escolar y sus relaciones sociales. Es importante resaltar que mi chico no tiene problemas de aprendizaje, es inteligente y habilidoso e ir al colegio siempre ha sido una aventura motivante para él. Fortuna para él mismo y para nosotros dentro de este proceso.

Entonces, viendo que la pastilla mágica no era tan mágica y mi interés por conocer de ella sus efectos y sus criticas. Era necesario replantear muchas cosas y así lo hice acompañada de un excelente psiquiatra y terapeuta, que permitió nuevas confrontaciones al interior de mí y de mi familia.

La consigna cambió con consciencia a otra dirección y enriquecida por profesionales en la distancia… ahora digo: "Si yo mejoro todos mejoraremos y disfrutaremos más en familia - esto incluye a Daniel"... y siguiéndome mi esposo progresivamente y avanzando iniciamos el camino a la aceptación y el autoconocimiento, quitando de Daniel la carga de toda la responsabilidad de "portarse bien" y dejando de lado la "magia" de una pastilla que realmente por sí sola no cura ni favorece nada.

Resumo algunos puntos cruciales de la experiencia como madre, aprendizajes y desaprendizajes por continuar haciendo día a día:

- Las conductas disruptivas fácilmente pueden confundirse, mezclarse y adherirse con el déficit de atención y la impulsividad. Pero ello no siempre son causa de un trastorno orgánico / genético sino de procesos de mala crianza y desafecto no necesariamente consciente y deliberado por parte de los progenitores.

En mi caso, el exceso de respuesta emocional, falta de control sobre el estrés que no podía manejar ante algunas conductas de mi hijo, la sobreprotección, la culpa ligada a procesos de rabia interna en su concepción y proceso gestacional, la permisividad y su extremo - la exigencia -, la palabrería o cantaleta mantenían o exacerbaban los síntomas de poco control de los impulsos y desatención en mi niño.

Este punto es crucial, y es claro que el tratamiento psicoterapéutico de un niño menor de 10 años con síntomas como el déficit de atención e impulsividad no es para el infante sino para sus progenitores. Los apegos llamados por los especialistas como ambivalentes y desorganizados interfieren en la dinámica sana de la evolutiva del menor.

- En cuanto a la palabrería y la cantaleta, que se alía con el estrés y la inmadurez emocional de los progenitores, éstos propician absurdos mensajes que perjudican la autoestima y el desarrollo emocional sano de cualquier menor. Y más aún con síntomas de déficit de atención e impulsividad. Como madres y padres debemos tener mucho cuidado y prudencia para reprender, orientar, exhortar a nuestros hijos. Evitando heridas que provoquen procesos neuróticos más complejos.

- Fortalecer la autoestima, enalteciendo más que denigrando de las capacidades, talentos, logros, esfuerzos de nuestro chico. Esto es muy importante. Hace poco Daniel se dirigió a mi diciendo: "¿mami tu quieres que yo sea perfecto?" a lo que yo respondí espontáneamente: "Perfecto NO, esforzado SI. He valorado tu esfuerzo, tu tenacidad desde siempre, puedes apreciar todo lo que has logrado por ti, tú mismo" Mirábamos su álbum de fotos, su rostro en cada foto durante éste proceso, recordatorios y medallas.

Daniel es excelente deportista y un artista potencial, sus logros en la banda sinfónica dos años atrás antes que se apasionara y eligiera libremente el fútbol son muestra de su motivación y talento. Ha logrado un buen desempeño académico en un colegio de calidad educativa sin sentirse minusválido y sin mayores presiones. Obviamente ha contado con nuestro apoyo y seguimiento, como el del cuerpo docente y los especialistas.

- Desfocalizar, quitar del centro de nuestra atención, redirigir la mirada, las ocupaciones y preocupaciones de Daniel ha sido y es sano para él y los otros hijos. Casi siempre cuando se tiene un hijo con una problemática centramos todas nuestras fuerzas y energías en "ayudarle" y eso problematiza más la situación. Recordemos que todos somos parte importante de la familia, el cónyuge y los otros hijos, hasta nosotras mismas como madres necesitamos de tiempo y mimos.

-Igualmente no se puede caer en el error de disculpar, justificar cualquier conducta indeseada, de un hijo porque haya sido diagnosticado con Trastorno de Déficit de Atención con o sin hiperactividad. Debemos tener claro los síntomas y no avocarnos a excusar al menor en casa o en el colegio por sus disrupciones. Mucho más cuando estamos dando pasos positivos y contribuyendo en pro de su bienestar. Todo extremo es perjudicial.

- Asimismo, no podemos justificarnos nosotros como padres y madres. Identificar el maltrato y el desafecto camuflado por conductas y actitudes socialmente aceptadas es fundamental para avanzar. He aprendido que el problema no está en el niño, sino en nosotros como adultos. Hay mucho por desaprender es necesario y doloroso.

Estoy segura que hay muchos más aprendizajes y desaprendizajes por hacer y compartir con ustedes. Como madre me gozo al ver a Daniel más libre y espontáneo, inquieto y sonriente, más tolerante y orgulloso de sus esfuerzos y logros, y también me gozo de mis propios avances, de un Amor más sano, seguro y menos dependiente y sobreprotector para mi hijo que debe seguir desintoxicándose, me gozo de los avances en familia y seguimos trabajando en pro de todos... ››

FUENTE:  http://miguelricci2008.blogspot.com/2010/07/experiencia-de-madre-con-el-tdah.html


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Teresa:
Como ya es costumbre, me ha impresionado leer la historia de esta madre.
Las madres son de verdad la fuerza, el coraje y el amor más desinteresado que puede experimentar cualquier persona.
Como hija y como mujer, me siento pequeña de leer tanta "grandeza"....
Mucha fuerza y respeto para todas las madres luchadoras, sois lo mejor de nuestras vidas.
"La aprendiz de la vida".

Anónimo dijo...

Hola.. sólo quiero agradecer el compartir esta gran vivencia y agregar que igualmente yo reaprendí a ser mamá cuando diagnosticaron a mi hijo, y que además estoy en el proceso de a reaprender a ser pareja por que mi esposo es un niño TDA que nunca trataron.. La magia está en hacer todo con amor!

Anónimo dijo...

Gracias por compartir tu experiencia es alentadora para aquello que transitamos desde no hace mucho este camino.

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¿Qué es el TDAH?

Se trata de un trastorno de origen neurobiológico y que puede presentar 3 síntomas: •Déficit de Atención. •Hiperactividad. •Impulsividad. DEFICIT DE ATENCIÓN •Dificultades para mantener la atención concentración. •Parece que no escucha. •No siguen instrucciones. •No termina actividades. •Dificultades para organizar tareas. •Dificultades para retener datos y órdenes. •Extravían objetos. •Evitan esfuerzo mental. •Se distraen. •Descuidados en actividades diarias y actividades académicas. HIPERACTIDAD •Se remueve en su asiento. •Abandona su asiento. •Corren, saltan en situaciones inapropiadas. •Dificultades para dedicarse a actividades tranquilas. •Siempre en movimiento. •Necesidad de cambiar de actividad continuamente. •Hablan en exceso. •Propensos a los accidentes. •Dificultades en la coordinación motora. IMPULSIVIDAD •Actúan antes de pensar. •Precipitan respuestas. •Dificultades para guardar turnos. •Interrumpen actividades o conversaciones. •Dificultades para medir las consecuencias de sus actos. Afecta entre un 3-7% de la población infanto-juvenil.

TDAH: lo que los padres deberían saber

TDAH: lo que los padres deberían saber ¿Qué es el TDAH? Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH (ADHD en inglés) es el nombre que se le da a un grupo de comportamientos que muchos niños y adultos presentan. Las personas que padecen TDAH tienen dificultad para prestar atención en el colegio, en la casa o en el trabajo. Pueden ser mucho más activas o impulsivas de lo que es usual para su edad. Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones, en el aprendizaje y en el comportamiento. Por esta razón, los niños que tienen TDAH algunas veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas del comportamiento. El TDAH es más frecuente en los niños que en las niñas. Usted puede estar más familiarizado con el término trastorno por déficit de atención, TDA (ADD en inglés). La Asociación estadounidense de psiquiatría (American Psychiatric Association, APA) cambió el nombre de este trastorno en 1994. ¿Cuáles son los síntomas del TDAH? El niño con TDAH que es desatento tendrá seis (6) o más de los siguientes síntomas: •Le cuesta trabajo seguir instrucciones •Tiene dificultad para mantener su atención fija en actividades de trabajo o de juego en el colegio y en la casa •Pierde las cosas necesarias para realizar actividades en el colegio y en la casa •Parece como que no escucha con atención •No le presta atención a los detalles •Parece desorganizado •Tiene dificultad con las cosas que requieren planeación •Olvida las cosas •Se distrae con facilidad El niño con TDAH que es hiperactivo o impulsivo tendrá al menos seis (6) de los siguientes síntomas: •Es inquieto •Corre o se trepa inadecuadamente •No puede jugar en silencio •Responde de forma intempestiva •Interrumpe a las personas •No puede quedarse sentado •Habla demasiado •Siempre se está moviendo •Tiene dificultad para esperar su turno Los niños que tienen TDAH presentan síntomas durante al menos seis (6) meses. ¿Qué debo hacer si pienso que mi niño tiene TDAH? Hable con el médico de su niño. Un diagnóstico de TDAH puede hacerse solamente obteniendo información acerca del comportamiento de su niño por parte de varias personas que conozcan al niño. Su médico le hará preguntas y querrá obtener información de los maestros de su niño o de cualquier persona que esté familiarizada con el comportamiento de su niño. Su médico puede tener formas o listas para chequear, que usted y el maestro de su niño pueden completar. Esto lo ayudará a usted y a su médico a comparar el comportamiento de su niño con el de otros niños. Su médico probablemente querrá hacer exámenes de la vista y de la audición si es que estos no se le han hecho recientemente. Su médico le puede recomendar que pruebe un medicamento para ver si esto ayuda a controlar el comportamiento hiperactivo de su niño. Una prueba con el medicamento solamente no puede ser la base para diagnosticar el TDAH. Sin embargo, puede ser una parte importante de la evaluación de su niño en caso de sospecharse el TDAH. Puede ser difícil para su médico saber si su niño tiene TDAH. Muchos niños que tienen TDAH no son hiperactivos en el consultorio del médico. Por este motivo, es posible que su médico quiera que usted vea a alguien que se especialice en ayudar a niños con problemas de comportamiento, tal como un psicólogo. ¿Cuáles son las causas del TDAH? Los niños que tienen TDAH no producen suficientes substancias químicas en áreas claves del cerebro que son responsables de organizar el pensamiento. Sin tener una cantidad suficiente de esas substancias químicas, los centros del cerebro que se encargan de la organización no funcionan bien. Esto da lugar a los síntomas en los niños que tienen TDAH. Las investigaciones muestran que el TDAH es más común en niños que tienen parientes cercanos con este trastorno. Investigaciones recientes también han asociado el uso del cigarrillo y de otras substancias de abuso durante el embarazo, con el TDAH. La exposición a toxinas del medio ambiente, tales como plomo, también puede ser un factor. Cosas que no causan el TDAH: •Una mala crianza; no obstante, una vida familiar y un ambiente escolar desorganizados empeoran los síntomas. •Demasiada azúcar •Muy poca azúcar •Aspartamo (un nombre de marca: Nutrasweet) •Alergias a los alimentos u otras alergias •Falta de vitaminas •Luces fluorescentes •Ver demasiada televisión •Los juegos de vídeo ¿Qué medicamentos se usan para tratar el TDAH? Algunos de los medicamentos para el TDAH son metilfenidato, dextroanfetamina, atomoxetina y un fármaco que combina dextroanfetamina y anfetamina. Estos medicamentos mejoran la atención y la concentración, y disminuyen los comportamientos impulsivos y de excesiva actividad. También se pueden usar otros medicamentos para tratar el TDAH. Hable con su médico para ver qué tratamiento él o ella le recomienda. ¿Qué más puedo hacer para ayudar a mi niño? Un esfuerzo en equipo por parte de los padres, profesores y médicos trabajando en conjunto es la mejor manera de ayudar a su niño. Puede ser difícil criar a los niños que tienen TDAH. Es posible que tengan dificultad para comprender instrucciones, y el estado de actividad constante puede constituir un desafío para los adultos. Además, los niños que tienen TDAH tienden a necesitar más estructura y expectativas más claras. Usted puede tener que cambiar su vida un poco para ayudar a su niño. He aquí algunas cosas que usted puede hacer para ayudar: •Haga un horario. Fije horas específicas para levantarse, comer, jugar, hacer tarea, hacer quehaceres, mirar televisión o jugar juegos de vídeo, y para acostarse. Ponga el horario donde el niño siempre lo pueda ver. Explíquele anticipadamente cualquier cambio en la rutina. •Simplifique las reglas de la casa. Es importante explicar lo que pasará cuando se cumplan las reglas y cuando no se cumplan éstas. Escriba las reglas y las consecuencias de no obedecerlas. •Asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas. Haga que su niño le preste atención y háblele mirándolo directamente a los ojos. Luego, con voz clara y calma, dígale al niño específicamente lo que usted desea. Mantenga las instrucciones simples y cortas. Pídale al niño que le repita las instrucciones a usted. •Premie el buen comportamiento. Felicite a su niño cuando él o ella complete cada paso de una tarea. •Asegúrese de que su niño sea supervisado en todo momento. Debido a que son impulsivos, los niños que tienen TDAH pueden necesitar más supervisión por parte de los adultos que otros niños de la misma edad. •Observe a su niño cuando él o ella esté alrededor de sus amigos. A veces resulta difícil para los niños que tienen TDAH aprender habilidades sociales. Premie el buen comportamiento durante el juego. •Fije una rutina para hacer las tareas. Escoja un lugar fijo para hacer la tarea lejos de distracciones tales como otras personas, televisión y juegos de vídeo. Divida el tiempo para hacer tarea en sesiones cortas y permita descansos. •Concéntrese en el esfuerzo y no en las calificaciones. Premie a su niño cuando él o ella trata de terminar la tarea escolar, no solamente por sacar una buena calificación. Usted puede dar premios adicionales por obtener mejores calificaciones. •Hable con los maestros de su niño. Averigüe cómo le está yendo a su niño en el colegio, en la clase, en el recreo y en la hora de la comida del mediodía. Pida que los maestros le den notas sobre el progreso diario o semanal. Algunos niños se benefician del asesoramiento psicológico o de la terapia estructurada. Puede resultar beneficioso para las familias hablar con un especialista en el manejo del comportamiento y los problemas de aprendizaje relacionados con el TDAH. Algunos estudios han demostrado que algunos colorantes y conservantes de alimentos pueden causar o empeorar el comportamiento hiperactivo en algunos niños. Hable con su médico para saber si necesita realizar algún cambio en la dieta de su niño. ¿Mi hijo va a superar el TDAH? Antes solíamos pensar que los niños superarían el TDAH. Sabemos que esto no es cierto en la mayoría de los niños. Los síntomas del TDAH con frecuencia mejoran a medida que los niños crecen y aprenden a adaptarse. La hiperactividad generalmente desaparece en los años de la adolescencia tardía. Pero cerca de la mitad de los niños que tienen TDAH continúan distrayéndose con facilidad, teniendo cambios en el humor, siendo malhumorados y son incapaces de completar tareas. Los niños que tienen padres afectuosos que les brindan apoyo y que trabajan conjuntamente con el personal del colegio, con los trabajadores de salud mental y con el médico tienen la mejor probabilidad de convertirse en adultos bien adaptados. Fuente: http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/parents/behavior/118.html

NOTA

LO QUE AÚN NO SE HA CONSEGUIDO

Entorno adecuado. Aunque se sitúa a los alumnos en las primeras filas y los tutores encargados de vigilar los exámenes saben de qué alumnos se trata, las pruebas aún se hacen en aulas demasiado pobladas, cuando estos estudiantes rendirían más en clases más reducidas. Distribución diferente de las pruebas. Los expertos recomiendan que los alumnos con TDAH puedan combinar las pruebas en función de su dificultad, es decir no hacer el mismo día lengua y matemáticas. De momento, tienen que seguir el orden establecidos: el primer día se concentran todas las de las áreas lingüísticas. Modificación del estilo de evaluación. Desde la Fundación ADANA se pide que no tengan que hacer un sobreesfuerzo narrativo en las respuestas de los exámenes, por eso piden preguntas abiertas y otras de opción múltiple. Evaluación. Este es el aspecto más importante de las demandas: las familias afectadas reclaman que la evaluación la realicen personas conocedoras del trastorno, sus repercusiones lingüísticas y dificultades para ordenar ideas.

PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

Adaptaciones de acceso JUSTIFICACIÓN El TDAH es un trastorno de ejecución, de rendimiento, no de aprendizaje (Barkley 2005). Son alumnos con verdaderas dificultades para trabajar con lo que saben o han aprendido anteriormente lo que se refleja a la hora de demostrar los conocimientos adquiridos en el momento de ejecutar una prueba. Sus principales dificultades son: 1.- Capacidad atencional mermada ante una tarea compleja y larga, lo que repercute en dificultades para estructurar, organizar y planificar la información. 2.- Pocas habilidades lingüísticas de narración escrita. 3.- Cometen errores durante los exámenes a la hora de identificar las ideas relevantes y expresarlas de forma ordenada. El discurso es pobre, desorganizado, exento de aspectos importantes y con interferencias no relevantes. 4.- La impulsividad provoca la precipitación en las respuestas, dedicar poco tiempo a los aspectos importantes y demasiado a los detalles. PROPUESTA DE ADAPTACIONES PARA ALUMNOS CON TDAH ESPACIO Y TIEMPO * Aulas reducidas: proporcionar un espacio o entorno adecuado que facilite la atención (para disminuir los estímulos distractores). * Respetar el tiempo que el alumno necesita para realizar la prueba. * Marcadores de tiempo: Hacer recordatorios durante la prueba del tiempo que queda. * Descansos: Dividir las pruebas en partes y hacer pequeños descansos entre prueba y prueba (cansancio y sobreesfuerzo provoca que cometan errores y mala presentación). DISTRIBUCION DE LAS PRUEBAS * Modificar el orden establecido de la aplicación de las pruebas para que se puedan combinar en función de su dificultad. SUPERVISION * Antes de empezar la prueba, leer en voz alta el examen y verificar que el alumno entiende las preguntas. * Permitir en cualquier momento el acceso a las instrucciones. * Recordar al alumno que revise el examen antes de entregarlo y supervisar que ha respondido todo antes de que entregue la prueba. * Si no consigue centrarse en la prueba, guiarlo para ayudarle a reconducir la atención. FORMATO * Intentar que el enunciado sea sencillo y concreto. * Destacar las palabras clave en negrita * Evitar dar más de una instrucción a la vez. * Combinar diferentes formatos de preguntas en una misma prueba: combinar preguntas abiertas y de opción múltiple. * Preguntas abiertas: ofrecer una guía de la estructura. * En las preguntas de respuesta corta dejar el espacio aproximado para responder. SISTEMA DE CORRECCION Tener en cuenta el trastorno a la hora de corregir los exámenes y no perder la perspectiva de dificultad. Los alumnos con TDAH deberían ser evaluados por personas con conocimientos sobre el trastorno para poder distinguir si nos encontramos ante un alumno con TDAH que no dispone de los conocimientos, de otro que presenta serias dificultades para demostrar lo que sabe. STILL - Asociación balear de padres de niños con TDAH stilltdah@yahoo.es www.still-tdah.com Telf. 97 149 86 67 – Columba Suinaga